Cádiz siempre estuvo ahí. Aquellos
veranos que pasaba en la llanura castellana me hacían añorar la ciudad donde
viví mi infancia y mi juventud, y especialmente su mar.
En el dibujo aparece la playa "de las
tres Marías" que estaba situada a pocos metros de mi casa y donde junto con
mis amigos pasé horas y horas contemplando las subidas y bajadas de la
marea. Al fondo la catedral con su maravillosa cúpula anaranjada y el faro
que gobierna las noches gaditanas. |