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― Tu voz es tan melodiosa, Hipatia, que me
basta para comprender por qué música y geometría son hermanas. Pero no
puedo, ay, llevarte hasta Medina para que cantes allí, ante el califa,
las bellezas de la ciencia. Omar está convencido de que enseñar a leer a
las mujeres es perjudicial para su educación natural; que esa flor de la
inocencia que caracteriza a una virgen comienza a perder su terciopelo,
su frescor, cuando el arte y la ciencia la tocan... Deduce de ello que
las mujeres sólo sirven para quedarse en casa, dedicadas a los niños y
la cocina. Tu belleza, tu saber, tu libertad serían para él como el peor
de los vicios de Lilit.
Le Bâton de Euclide (El incendio de
Alejandría).
Jean-Pierre Luminet. Ediciones B, 2004
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